Ante los días de calor extremo que se registran en las últimas semanas, es importante conocer las ventajas y desventajas de la exposición a los rayos del sol para nuestra piel. Uno de los peligros es el cáncer, motivo por el cual el Ministerio de Salud insiste en las recomendaciones para evitar este mal.
Los tres tipos de cáncer más frecuentes son: epitelioma vaso-celular, el espino-celular y el melanoma. Los dos primeros están ligados a la exposición solar de toda la vida, por ello, es fundamental cuidar la exposición solar desde la niñez; mientras que el melanoma puede aparecer como algo nuevo en la piel o como una transformación de lunares. Es importante que la persona se realice un control periódico de manchas y lunares, que permita una detección precoz de posibles lesiones precursoras de cáncer de piel, y visitar regularmente al médico, especialmente aquellos pacientes que tengan la piel clara, que cuentan con antecedentes de cáncer de piel en la familia, que trabajan en la agricultura, la albañilería o en otras tareas bajo el sol, quienes poseen lunares de nacimiento o han ido apareciendo en el transcurso de la vida lunares que presentan cambios a primera vista. Para realizar una revisión personal y observación de manchas y lunares se debe: Descubrir cualquiera de estos elementos durante la observación debe conducir a consultar con un dermatólogo. Otros síntomas que también deben llamar la atención con base en las variantes de cáncer de piel más comunes, como el espino-celular o el vaso-celular, es que aparecen lesiones que suelen ubicarse en zonas de la piel expuestas al sol, como por ejemplo el rostro, los brazos, las manos y el escote. Más signos de alarma suelen ser las manchas rosadas que descaman un poquito, las llamadas queratosis actínicas. Es también motivo de consulta el encontrar lesiones de piel que persisten meses, que van creciendo paulatinamente, que se ulceran.