Cardiopatías son los defectos congénitos con mayor frecuencia de aparición en Paraguay

Bajo el lema “Toda experiencia importa”, hoy domingo se conmemora el Día Mundial de los Defectos Congénitos. Cada año, 8 millones de niños nacen alrededor del mundo con un defecto congénito grave. Aprovechamos este 3 de marzo para promover la concientización y el conocimiento de los defectos congénitos.

En Paraguay, si bien aún se desconoce la incidencia real de bebés que nacen con un defecto congénito, a través del Registro Nacional de Defectos Congénitos (RENADECOPY) del Programa Nacional de Prevención de Defectos Congénitos (PNPDC), se tiene la información de los de mayor frecuencia de aparición.

Las cardiopatías son los de mayor frecuencia, seguidos por los defectos del tubo neural, las fisuras orales (labio y/o paladar hendido), el pie bot, las cromosomopatías representadas por el Síndrome de Down. Los defectos congénitos contribuyen como causa principal en la mortalidad infantil y los bebés que sobreviven resultan muchas veces con una discapacidad física y mental a lo largo de la vida. 

Desde el Programa Nacional de Prevención de Defectos Congénitos, dependiente de la Dirección General de Programas de Salud, del Ministerio de Salud, promueven la unidad con otros organismos de prevención de defectos congénitos, incluyendo la OMS, La March of Dimes (Nacer Sano) y los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos), para aumentar la concientización y conocimiento de los defectos congénitos. 

No todos los defectos congénitos pueden prevenirse, pero las mujeres pueden aumentar la probabilidad de tener un bebé sano si adoptan comportamientos sanos antes y durante el embarazo. Como, por ejemplo, mantener una dieta sana, tomar 400ug de ácido fólico por día, hacer controles prenatales, estar al día con las vacunas y evitar beber alcohol y fumar, lo que reduce el riesgo de defectos congénitos.

Para mejorar los resultados de los niños, los programas de vigilancia y de investigación en defectos congénitos, como el RENADECOPY, son esenciales. La vigilancia permite contar con estimaciones precisas del número de niños con defectos congénitos, así como investigar los factores que pueden contribuir a la aparición de defectos congénitos, lo que permite identificar las oportunidades para intervenciones que puedan llevar a mejores resultados de salud.