Hoy inicia la Semana mundial de Sensibilización de la Sal, con el objetivo de fomentar la implementación de intervenciones basadas en evidencia para reducir el consumo de sal en la población y evitar el riesgo de muerte súbita y prematuras.
Esta iniciativa mundial se desarrollará este año, del 13 al 17 de mayo. En el país se busca sensibilizar a la población sobre la importancia de reducir el consumo de sal en la alimentación cotidiana para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares que pueden ocasionar muertes súbitas y prematuras. No solo pone el foco en la sal que se agrega a las comidas hechas en casa, sino también a la sal oculta en los alimentos procesados y ultra procesados que se encuentran en los panes, salsas, aderezos, embutidos, carnes procesadas, quesos, bebidas azucaradas y otros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ración diaria de sal (sodio) sea menos de 5 gramos por persona, equivalente a una cucharadita de té. El consumo excesivo de la sal en las comidas, además de favorecer al incremento de la presión arterial, es un factor de riesgo que a su vez puede causar enfermedades cardiovasculares, e incluso generar otras afecciones como alteración de la función de los riñones, aumento del riesgo de cáncer, principalmente de estómago, incremento del riesgo de osteoporosis y desarrollo de la obesidad. Consumir menos sal es posible La reducción de la sal en las comidas es necesario para prevenir enfermedades. Al disminuir la cantidad de sal, el ajuste de las papilas gustativas se logra de forma gradual y es cuando se logra apreciar los alimentos y reconocer una amplia gama de sabores. Para reducir el consumo de la sal en la alimentación diaria se recomienda: • Disminuir la cantidad de sal al preparar las comidas. • Saborizar las comidas con especias y hierbas aromáticas como albahaca, laurel, orégano, pimienta u otros. • No colocar el salero en la mesa a la hora de comer, para evitar agregados de sal. • Limitar el consumo de alimentos ultraprocesados: snacks, productos empaquetados, enlatados, embutidos, caldos concentrados en cubos, sopas instantáneas. • Leer la etiqueta de los alimentos envasados y elegir aquellos con menos contenido de sodio/sal. • Aumentar el consumo de alimentos frescos como frutas y verduras.