- Consumo de frutas y verduras de estación se convierte en un aliado esencial para reforzar el sistema inmunológico y mantener el calor corporal.
- Alimentación balanceada y la hidratación adecuada son claves para prevenir enfermedades respiratorias comunes en esta época del año, como la gripe y el COVID-19.
Con el descenso de las temperaturas, nuestro organismo demanda una mayor ingesta de alimentos que ayuden a mantener el calor corporal y fortalecer el sistema inmunológico. En este sentido, las frutas y verduras de estación se presentan como una opción saludable y natural para reforzar nuestras defensas. La recomendación diaria es consumir al menos tres porciones de frutas. En esta época, los cítricos son ideales por su alto contenido de vitamina C, como el pomelo, la naranja, la mandarina y el limón. Estas frutas se pueden consumir en gajos o exprimidas recientemente, sin necesidad de agregar azúcar, ya que se aconseja disfrutar de su sabor natural. Además de las frutas, las hortalizas también son una excelente fuente de vitaminas y minerales. Algunas de las más recomendadas para esta temporada son la zanahoria, el zapallo, la calabaza, las verduras de hojas verdes como la acelga y la espinaca, el brócoli, la coliflor, el repollo, el ajo, la cebolla, el zuchini y la berenjena. Para el almuerzo y la cena, una buena opción es incluir sopas o hortalizas cocinadas como ensalada. Además, es importante mantener una correcta hidratación, consumiendo al menos dos litros de agua por día e incluyendo infusiones calientes como mate, té o café. Es fundamental saber qué alimentos consumir, cuidar las porciones y no abandonar la actividad física. Se sugiere practicar la cocina en casa, preferir las comidas caseras y evitar los alimentos envasados y ultraprocesados, que suelen contener altos niveles de grasa, sodio y azúcares. Tanto el almuerzo como la cena deben ir acompañados de ensalada fresca, que aporta vitaminas, minerales y fibra a la alimentación. Si se desea consumir guiso, se aconseja que sea con carne magra (sin grasa visible) y acompañarlo con ensalada. También es recomendable incorporar legumbres, como arvejas, lentejas o porotos, que son fuentes de fibra, minerales y vitaminas. Se debe evitar en lo posible el consumo de embutidos y moderar el agregado de sal, grasas y aceite. En caso de consumir comidas típicas, que suelen ser ricas en hidratos de carbono y grasas saturadas, se aconseja acompañarlas con hortalizas o sopa de verduras. Entre las recomendaciones se incluye la práctica de actividad física, realizar actividad física 60 minutos al día para mantener la salud y prevenir enfermedades. El buen descanso de siete a ocho horas diarias de sueño es indispensable para la salud y el bienestar.