Cubrirse con el brazo al toser o estornudar previene dispersión de virus respiratorios

Esta práctica impide que las gotículas, expulsadas en la tos o el estornudo, se dispersen en el aire o contaminen superficies u objetos de uso común. También es efectivo el uso de pañuelos desechables. 


En esta temporada en que la circulación de virus respiratorios aumenta, es importante tomar recaudos para prevenir enfermarse o contagiar, y una de las medidas para evitarlo es llevar a la práctica el toser y estornudar cubriéndose con la flexura interna del brazo y no hacerlo directamente con las manos o al ambiente u objetos, ya que esto facilita la diseminación de secreciones, sean de la boca o nariz, que podrían contener virus respiratorios.

Tanto la influenza como otros virus respiratorios, se transmiten con facilidad de una persona a otra a través de gotículas que son expulsadas con la tos o los estornudos.

Si utiliza pañuelo, debe desecharse inmediatamente a la basura luego del uso y seguidamente lavarse las manos con agua y jabón o utilizar productos antisépticos como geles en base de alcohol.

Al hablar, gritar, toser o estornudar se emiten partículas de diferentes tamaños, algunas caen al suelo o en superficies, y las más pequeñas pueden transportarse varios metros y permanecer en el aire por periodos prolongados.

Un estornudo genera unas 40.000 gotículas de todos los tamaños, las más finas pueden volar hasta ocho metros en un ambiente cerrado. Mientras que la tos lanza entre 1.000 y 3.000 gotitas.(1)

Al hablar durante unos pocos minutos se puede provocar entre 100 y 6.000 gotículas. La cantidad de estas partículas varían de acuerdo al tono de voz: hablar en voz alta o a gritos genera el triple de partículas que hacerlo en voz baja.(2)

En un entorno ventilado, esas gotículas más finas se disuelven rápidamente en aproximadamente 30 segundos, mientras que, en un ambiente sin ventilación, estas partículas pueden tardar hasta 4 minutos en comenzar a disolverse. Por esta razón, la ventilación de ambientes cerrados es igualmente esencial. Abrir puertas y ventanas es importante para reducir esta amenaza.

Para prevenir la transmisión de los virus respiratorios

Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar es clave. Hacerlo siempre con la flexura del codo o con un pañuelo desechable.

Lavarse las manos con agua y jabón de forma correcta y frecuente. o utilizar productos antisépticos como geles a base de alcohol.

Ventilar los ambientes cerrados. Abrir puertas y ventanas contribuye a reducir el riesgo de contagios.

Evitar en lo posible pasar la mano o dar besos al saludar.

No compartir mate, tereré o cubiertos.

Evitar el contacto con personas con síntomas respiratorios.

Texto de Referencia: (1) (2) How far droplets can move in indoor environments – revisiting the Wells evaporation–falling curve.