•Los cambios bruscos de temperatura pueden afectar nuestra salud, especialmente el sistema respiratorio.•Desde la cartera sanitaria compartimos cómo prevenir resfriados, gripes y otras enfermedades respiratorias.
Con el descenso brusco de temperatura, hay personas mayormente susceptibles a desarrollar una infección de las vías respiratorias o una exacerbación de un cuadro pulmonar crónico, sobre todo aquellas con antecedentes de alergias y de grupos de edades vulnerables como son niñas y niños menos de 5 años y personas mayores de 60 años y más. Un cuadro respiratorio leve podría igualmente desencadenar a uno grave. Por ende, es importante siempre acudir a un especialista médico en forma oportuna. La cartera sanitaria aconseja recurrir al servicio de salud más cercano si presenta alguno de estos síntomas: fiebre, dolor de garganta, tos, dolores musculares y articulares, congestión y secreción nasal, malestar general, falta de apetito, dolor de cabeza, fatiga, dificultad respiratoria, para recibir el tratamiento correspondiente. Además, se recomienda realizar un control permanente de los cuadros alérgicos y no automedicarse, lo que implica evitar el consumo de medicamentos sin previa prescripción del médico. Es importante recordar que la automedicación no debe consentirse bajo ningún sentido, ya que esta práctica puede complicar el cuadro del paciente en vez de mejorarlo. A los efectos de impedir una propagación masiva de las enfermedades respiratorias, el Ministerio de Salud recuerda tener en cuenta como medida preventiva evitar compartir mate, tereré o cubiertos con personas que presentan visiblemente síntomas respiratorios (goteo nasal, tos o catarro). El contagio de los virus respiratorios ocurre de persona a persona a través de pequeñas gotitas que se generan al hablar, toser o estornudar. También se transmiten al tocar superficies contaminadas con el virus, como, por ejemplo, manijas de puertas, juguetes, teléfonos, barandas, teclados, etc., motivo por el cual la práctica de hábitos higiénicos juega un papel fundamental en materia de prevención. Personas con alergia En el caso de las personas con antecedente alérgico, fácilmente entran en descompensación en caso de no estar protegidas y si no mantienen un control estricto con su médico de confianza. Los síntomas que pueden referir la manifestación de un cuadro alérgico son secreción nasal, estornudos y tos repentina, así como crisis de asma en ocasiones y otras afecciones. La alergia es una patología que puede traer aparejadas complicaciones a la salud si no es tratada adecuadamente. Puede generar cuadros respiratorios severos y del tipo obstructivo como consecuencia de una laringitis, bronquiolitis o asma. Este mal afecta principalmente a niños, niñas y jóvenes. Desde el Ministerio de Salud Pública se aconseja realizar un control permanente de los cuadros alérgicos y se insta a no auto tratarse, lo que implica evitar el consumo de medicamentos sin previa prescripción del facultativo médico. Prácticas preventivas •Lavarse las manos. La higiene frecuente de las manos es la principal medida de prevención contra esta y otras enfermedades. Se recomienda realizarlo después de tocarse la boca, la nariz y los ojos, y sobre todo luego de entrar en contacto con secreciones (saliva y moco). No olvidar higienizarse antes de comer y preparar los alimentos y después de utilizar el baño. •Cubrirse al toser o estornudar. Esta práctica es fundamental para impedir que el virus de la gripe se propague y se logra al cubrirse la boca y la nariz con el ángulo interior del codo o con la ayuda de un pañuelo desechable. No se aconseja cubrirse con la mano, puesto que de esta manera se puede propagar el virus a las personas y a los objetos. •Utilizar tapaboca si se encuentra con síntomas respiratorios, de manera a evitar la transmisión de la enfermedad a otros. •Mantener el esquema de vacunación regular al día en los niños/as, sobre todo en los menores de 5 años.