¿Cómo contrarrestamos los factores de riesgo del ACV?

•Con una dieta rica en frutas, verduras, con el consumo reducido de sal y otros cuidados diarios, el organismo se mantiene saludable y disminuye considerablemente el riesgo de sufrir un ACV.
•Si los factores de riesgo como la diabetes, la obesidad, el sedentarismo, entre otros, son controlados, puede evitarse hasta un 90 % de los ACV.


Con la incorporación de hábitos saludables todos los días se puede disminuir el riesgo de sufrir un ACV, y entre ellos se incluye la realización de actividad física al menos 30 minutos todos los días. "Hacé pausa activa, levantate de la silla, reducí el consumo de sal, incorporá cinco porciones de frutas y verduras en las comidas", recomienda el jefe del Departamento de Factores de Riesgo de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud Pública, Lic. Eduardo Enciso.

El ACV es una interrupción brusca de la función cerebral. En el 85 % de los casos, debido a un coágulo que se forma en algún lugar y que tapona una de las arterias del cerebro. Al trancar una de las arterias del cerebro, se paraliza la circulación en ese sector, y el mismo no recibe sangre; por ende, no recibe oxígeno y una parte del cuerpo deja de funcionar o pierde alguna función, y en un 15 % es porque una arteria se rompe y sangra y es cuando se produce una hemorragia cerebral.

Ocurre bruscamente, de golpe. Puede ser durante el desayuno o cualquier otra actividad y de un momento a otro la persona no puede hablar o no entiende lo que se le está diciendo. Eso puede tratarse de un ACV.

Síntomas de un ACV o ICTUS

Cuando se instala bruscamente de un momento a otro un desvío de la boca o un problema o dificultad para hablar o una debilidad de brazo o pierna de uno o de ambos lados, así como una disminución brusca de la visión, se debe pensar que puede tratarse de un ACV.

Hasta un 90 % de los ataques cerebrovasculares puede prevenirse si los factores de riesgo son controlados, siendo los principales la hipertensión arterial, la diabetes, la dislipidemia, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol.

Por lejos, los más importantes son la hipertensión y la diabetes. Si se mantiene bajo control el azúcar, la presión, el colesterol, si no se fuma y se tienen hábitos saludables de vida, es posible prevenirlo.

El ACV es la tercera causa de mortalidad en el mundo y la primera en causar discapacidad en adultos. Ante esta realidad, el sistema "Tele ICTUS" busca reducir las secuelas y la mortalidad asociadas a esta condición.

Código ICTUS o Tele ACV en hospitales 

Si se confirma el diagnóstico, ese paciente va a recibir el tratamiento que consiste en la administración de un medicamento por vía intravenosa y cuyo objetivo es tratar de disolver ese coágulo de tal manera que se restablezca la circulación y que el flujo sanguíneo vuelva a normalizarse. Por eso se habla de tratamiento de reperfusión que permite que vuelva a haber perfusión en ese cerebro porque el medicamento lo que hace es derretir el coágulo.

Para que ese tratamiento sea efectivo, debe administrarse en una ventana de tiempo de 4 horas y media desde el inicio del primer síntoma.

Este medicamento está destinado a disminuir la muerte y la discapacidad que, si es administrada en el tiempo, entonces el paciente tiene más chances de reintegrarse a la sociedad con una vida normal tras el episodio.

El Ministerio de Salud Pública expandió un programa que fortalecerá la atención a pacientes que sufren de un ataque cerebrovascular (ACV) isquémico. Se trata del "Código ICTUS" o "Tele ACV", que ahora se implementa en el Hospital General de Luque, en el Hospital Nacional de Itauguá, en el Hospital Regional de Coronel Oviedo y en el Hospital Regional de Encarnación. El sistema "Tele ICTUS" busca reducir las secuelas y la mortalidad asociadas a esta condición, y la telemedicina permitirá conectar a los médicos de hospitales regionales con neurólogos expertos, quienes ofrecerán soporte en tiempo real para el diagnóstico y tratamiento de pacientes con ACV.

La intención con el tratamiento es llegar a tiempo, que no queden secuelas ni se produzca la muerte del paciente. El ACV es más frecuente en personas con más de 65 años, sin embargo, personas con menos edad ya lo están sufriendo.

El Código ICUTS es el que ensambla todos los eslabones en la cadena de tratamiento para perder el menor tiempo posible, porque cada minuto cuenta para salvar al paciente o evitar secuelas.

Es importante que el paciente reconozca los síntomas, no los minimice y busque atención médica inmediata; los servicios se encargarán de reconocer, diagnosticar y tratar a tiempo para evitar daños irreversibles.

El impacto es alto tanto para el paciente como para su familia, ya que esa persona de un día para otro se queda sin movilidad, se vuelve dependiente y hace que un familiar suyo también tenga que abandonar sus labores para poder ocuparse de él.

Si el paciente recibe la medicación, se tiene hasta 9 veces más chances de volver a sus actividades habituales en poco tiempo.