•Un cambio en el estilo de vida puede ser un primer paso para mejorar o preservar la salud cardiaca; los hábitos saludables como una alimentación balanceada, actividad física regular, así como la reducción del consumo de sal, azúcar y sustancias como el tabaco y alcohol son clave para el cuidado diario del corazón.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, a través del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, insta a tomar medidas preventivas para reducir la incidencia de infartos y otras enfermedades cardiovasculares, así como para evitar muertes prematuras. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad prematura y discapacidad en el mundo. Está demostrado que abandonar el consumo de tabaco, reducir la ingesta de sal y aumentar el consumo de frutas y verduras, realizar actividad física con regularidad y evitar el consumo nocivo de bebidas alcohólicas reducen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Entre los factores de riesgo cardiovasculares se encuentran también la obesidad, la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto, teniendo un impacto negativo no solo en el corazón sino también en otros órganos. Entre las enfermedades cardiovasculares más comunes se encuentran la cardiopatía isquémica, la enfermedad hipertensiva y la insuficiencia cardíaca, que afectan en mayor medida a los hombres. Con simples cambios en el estilo de vida, estas afecciones pueden prevenirse o tratarse. Estas son algunas recomendaciones para mantener un corazón saludable: 1.Control de la presión arterial: realizar chequeos periódicos de la presión arterial, al menos una vez al mes, especialmente si no hay antecedentes familiares de hipertensión u obesidad. El valor normal es 120/80 mmHg. 2.Alimentación saludable: incluir en la dieta frutas, verduras y alimentos ricos en fibra, que ayudan a reducir el colesterol y prevenir enfermedades como el cáncer de colon. Reducir el consumo de sal, ya que aumenta la presión arterial y afecta al corazón. 3.Control del azúcar: moderar el consumo de azúcar, ya que en exceso puede causar obesidad, aumentar el riesgo cardiovascular y empeorar la salud de los diabéticos. 4.Actividad física: realizar ejercicio moderado de forma regular, siempre bajo supervisión médica. 5.Mantener un peso adecuado: el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo cardiovascular, por lo que es importante mantener un peso saludable. 6.No fumar: el tabaquismo es un importante factor de riesgo cardiovascular, por lo que es esencial evitar fumar. 7.Gestionar el estrés: aprender a manejar el estrés puede contribuir a mantener un corazón sano. Cuidar nuestra salud cardiovascular es fundamental para tener una vida más larga y plena. Adoptar un estilo de vida saludable es la mejor inversión que podemos hacer en nuestro bienestar y en el futuro de nuestra salud cardíaca.