Enfermedad de manos, pies y boca, muy frecuente en niños pequeños

Se caracteriza por la aparición de llagas en la boca, sarpullido en la palma de las manos y la planta de los pies.
Es una afección muy contagiosa que se propaga por contacto cercano con la persona infectada, a través de gotitas respiratorias, secreciones, heces.
Niños con estos síntomas no deben acudir a la escuela ni a la guardería. La consulta oportuna y el reposo domiciliario es esencial para evitar la propagación.
El lavado de manos es clave para prevenir la enfermedad.


La enfermedad de manos, pies y boca es una infección viral de curso generalmente autolimitado, muy contagiosa, que afecta con mayor frecuencia a niños pequeños. Se presenta de forma esporádica o en brotes, y es causada por el coxsackie A y B, además del enterovirus 71.

Esta infección puede iniciar con congestión nasal, rinorrea y fiebre, aunque característicamente se diferencia por el desarrollo de llagas o erupciones con afectación principalmente en mucosa bucal, palmas de las manos y plantas de los pies, pudiéndose extender con relativa frecuencia a las rodillas, codos y a nivel de los glúteos.

Esta afección puede incubarse de 3 a 5 días antes de la aparición de síntomas. La duración de la enfermedad es de 7 a 10 días.

En caso de observar la manifestación de estos síntomas, se insta a acudir a la consulta médica oportuna y evitar la automedicación.

No hay un tratamiento específico para la enfermedad de manos, pies y boca. Lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas que padecen la enfermedad puede ayudar a reducir el riesgo de contraer esta infección.

La enfermedad manos, pies y boca es frecuente en niños menores de 5 años, pero cualquier persona puede contraerla.

¿Cómo se transmite?

La enfermedad se trasmite por el contacto con la persona infectada, a través de:

Secreciones nasales y de la garganta.

Líquido de ampollas.

Gotitas respiratorias rociadas por el aire luego de toser o estornudar.

Recomendaciones

Es primordial la consulta médica y el reposo domiciliario de los niños que inician cuadros febriles y exantemáticos (erupciones en piel) hasta su recuperación, para evitar que el virus se propague a otros.

Retornar a la consulta ante la aparición de signos de gravedad: el niño/a no puede beber de forma habitual, no responde o no se despierta, está muy irritable, la fiebre dura más de tres días.

Importante. Los cuidadores de niños, así como la familia que entra en contacto con el niño que presenta la enfermedad de manos, pies y boca, debe mantener el lavado de manos en todo momento con agua y jabón (después de ir al baño o cambiar el pañal, antes de preparar y consumir alimentos, y después de limpiase la nariz, toser o estornudar), y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.

Brotes de esta enfermedad en guarderías o escuelas pueden evitarse intensificando las medidas higiénicas como en toda infección viral, resaltando el lavado de manos, la limpieza de superficies y no compartir vasos y cubiertos.

Para reducir el riesgo de que los niños desarrollen una afección de manos, pies y boca

Fomentar buenos hábitos de higiene. Es importante enseñar a los niños a lavarse las manos y ayudarlos a hacerlo con frecuencia. Si no se dispone de agua ni de jabón en el momento, utilizar un desinfectante de manos o alcohol en gel. Explicarles porqué conviene no ponerse los dedos, las manos u otros objetos en la boca.

Limpiar y desinfectar las áreas comunes. Limpiar primeramente objetos y superficies con agua y jabón, luego, aplicar una solución diluida de desinfectante y agua.

Si se encuentras en un centro de cuidado infantil, siga un cronograma estricto de limpieza y desinfección, sobre todo en superficies de las áreas comunes, incluidos los picaportes, mesas y objetos de uso compartido, como juguetes y áreas de parques infantiles.

Evitar el contacto cercano. Debido a que la enfermedad de manos, pies y boca es sumamente contagiosa, las personas enfermas deben limitar su exposición a otras personas mientras tengan síntomas.

Los niños con la enfermedad de manos, pies y boca deben mantenerse alejados del centro de cuidado infantil o de la escuela hasta que la fiebre desaparezca y las llagas en la boca se hayan curado. Si tiene la enfermedad debe permanecer en el domicilio hasta su recuperación.