- El ejercicio físico puede reducir el riesgo de cáncer de próstata hasta un 30 %.
- La combinación de ejercicios aeróbicos y de fuerza es clave para mejorar la calidad de vida y mitigar efectos secundarios del tratamiento.
La práctica regular de actividad física puede reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad hasta un 30 %. La combinación de ejercicios aeróbicos y de fuerza es altamente recomendada para mejorar la calidad de vida y mitigar los efectos secundarios del tratamiento. Los ejercicios de fuerza son esenciales para preservar la masa muscular, que suele verse afectada tras el diagnóstico y durante el tratamiento. Entre los beneficios del ejercicio físico en el tratamiento del cáncer de próstata se destacan: Se recomienda realizar ejercicio físico aeróbico entre 150 a 300 minutos por semana a intensidad moderada a vigorosa, y ejercicios de fuerza por lo menos 2 a 3 días por semana. Es importante consultar con especialistas en actividad física y deporte para evitar riesgos y obtener una guía personalizada sobre los mejores planes de ejercicio de acuerdo a cada caso. En pacientes sometidos a prostatectomía, es importante seleccionar ejercicios y técnicas adecuadas para evitar un aumento de presión abdominal que pueda agravar episodios de incontinencia urinaria. Evitar los deportes que generan impactos en la zona de la próstata porque pueden ser perjudiciales, provocando incomodidad y favoreciendo trastornos miccionales. Ejemplos de deportes no recomendados: ciclismo, motociclismo y equitación. Por último, se aconseja consultar con especialistas como licenciados en actividad física y deporte para evitar riesgos, quienes pueden ofrecer una guía personalizada sobre los mejores planes de ejercicio de acuerdo a cada caso.