• El cuidado de los dientes de leche determina la salud bucodental en la edad adulta.
Los dientes desempeñan un papel fundamental a la hora de morder, masticar alimentos y desarrollar el habla, especialmente en la primera etapa de la vida, donde empieza la erupción de los conocidos “dientes de leche”. Por lo tanto, el cuidado de la boca, es primordial desde la primera infancia para llevar una vida plena y feliz. La Dirección de Salud Bucodental del Ministerio de Salud recomienda cuidar los dientes temporales (de leche) de la niña y el niño, pues si bien, éstos se cambian naturalmente, desempeñan un papel importante para ayudar a morder o masticar los alimentos y hablar claramente. Los dientes de leche también guardan espacio para los dientes permanentes y ayudan a guiarlos en su lugar correcto. Es recomendable, incluso antes de que salga el primer diente, limpiar las encías con un masajeador de goma infantil, limpio y húmedo o con una tela o gasa humedecida. Una vez que los dientes salen, cepíllelos dos veces al día mínimamente usando un cepillo de cerdas suaves con agua y crema dental fluorada recomendad por un profesional odontólogo. Los dientes de leche cuentan con raíces y los dientes permanentes se posicionan sobre ellos. Por ello acudir a la consulta incluso antes de que salgan los dientes de leche es muy importante para evitar cualquier alteración, pero por, sobre todo, las caries. Es importante destacar que los niños que desarrollan caries en sus dientes de leche son más propensos a desarrollar caries al ser adultos, así que asegúrese de llevar a su hijo a un odontólogo de nuestros servicios para una revisión cada 4 o 6 meses como mínimo. La limpieza de los dientes de leche de su hijo, no debe ser descuidada, al igual que los dientes permanentes. Dar importancia a ambas denticiones es responsabilidad de los padres. Sugerimos acompañen ese porceso que se puede controlar desde la casa considerando que los dientes permanentes deben durar toda la vida. La Dirección de Salud Bucodental recuerda además que, aunque sean niños, los dientes son aún susceptibles a las mismas condiciones y daños a los que se enfrentan los dientes adultos. Si se presenta un alto riesgo de caries, es momento de reducir las comidas altas en calorías, como galletitas saladas, dulces, papas fritas y limitar las bebidas azucaradas. El secreto no está solo en la consistencia sino en la frecuencia. Recuerde que dar a su hijo una botella de líquido azucarado muchas veces al día, o permitir que se duerma con un biberón durante la siesta o por la noche, puede ser perjudicial para los dientes del niño, sobre todo si no tiene el hábito de cepillarse y ese hábito se adquiere en la casa. No olvide La Caries se previene en la casa. ¡Ayúdenos a lograrlo!