El lavado de manos frecuente previene cuadros gastrointestinales

Con esta práctica se incrementa la protección contra virus y bacterias.

A través del lavado de manos se pueden evitar más de 200 enfermedades, principalmente las gastrointestinales, las dermatológicas y las respiratorias que son las más comunes sobre todo en niñas y niños.

En el caso de la infección del tracto digestivo ocasionada por virus, bacterias o parásitos tiene como síntoma la diarrea y se adquiere al consumir agua o alimentos contaminados, o bien de una persona a otra por una higiene inadecuada, por vía fecal-oral. Esta afección se caracteriza por evacuaciones frecuentes de heces sueltas o líquidas, en las cuales existe una pérdida de sales (electrolitos como el sodio, cloruro, potasio y bicarbonato), que son importantes para mantener el estado de hidratación.

El cuadro diarreico puede ir acompañado de otros síntomas, como la presencia de fiebre, intolerancia a la comida acompañada de náuseas y vómitos y dolor abdominal.

Si la diarrea es muy cuantiosa (más de tres veces en el día) puede aparecer la deshidratación. Las niñas y los niños corren un mayor riesgo de morir de diarrea que las personas adultas, ya que su cuerpo contiene menos agua y se deshidratan con más rapidez, de ahí la importancia de acudir lo antes posible al servicio de salud.

Medidas para prevenir estos cuadros

Lavar las manos con agua y jabón antes de preparar y consumir alimentos, después de cambiar pañales y luego de utilizar el baño. También es esencial que lo hagas después de jugar, de tocar a las mascotas, luego de entrar en contacto con secreciones (moco o saliva) y después de tocar la basura.

Lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas, y asegurarse de que los alimentos estén bien cocidos, especialmente las carnes.

Los utensilios y tablas de cortar deben lavarse con agua caliente y jabón después de preparar cada alimento.

Beber agua potable. Si no se tiene acceso directo al vital líquido, hervir el agua por unos minutos para evitar cualquier riesgo.

Mantener los alimentos bien tapados y refrigerados. Separar los alimentos para evitar la contaminación cruzada. La carne cruda, el pollo, los pescados pueden propagar microorganismos a los alimentos listos para comer, a menos que se los mantenga separados.

Cocinar bien los alimentos a temperatura adecuada y de reciente preparación.

Elegir leche y productos lácteos pasteurizados y verificar las etiquetas de fecha de vencimiento.

Cuando las manos no se higienizan o no se lavan correctamente, los microorganismos que no se eliminaron con la higiene pueden llegar a los alimentos y a las bebidas cuando las personas los preparan o los consumen. 

Estos microorganismos pueden multiplicarse en algunos tipos de alimentos o bebidas y producir enfermedades. Así también, los microorganismos pueden transferirse a otros objetos, como las manijas de las puertas, las mesas o los juguetes y, luego pasarse a las manos de la persona que haya tocado los objetos.

Para que la higiene de las manos sea efectiva se recuerda:

Lavarse las manos como mínimo 40 segundos con abundante agua y jabón: luego de ir al baño, toser o estornudar, manipular alimentos y tocar superficies contaminadas.

Utilizar productos de calidad para la limpieza y el lavado de manos: jabón, gel, entre otros.

Mantener limpias y recortadas las uñas de las manos, para evitar el almacenamiento de partículas.

Evitar el contacto con superficies contaminadas dentro y fuera del hogar.

Utilizar guantes para el manejo de productos de limpieza y químicos. Al terminar, lavar las manos con agua y jabón.