Alimentación saludable: un hábito que se inicia desde los primeros años de vida

La alimentación es uno de los factores más importantes que determinan el crecimiento y desarrollo de los niños, ya que proporciona los nutrientes necesarios para mantener el cuerpo sano y con energía. 

La alimentación y nutrición correctas durante la etapa escolar permitirán que los niños y niñas crezcan sanos y fuertes; por ende, podrán aprender mejor, porque la salud y el desarrollo saludable en los primeros años de vida influyen en el aprendizaje a lo largo de la infancia y en la vida adulta.

Por lo tanto, adquirir y mantener un hábito saludable desde temprana edad contribuirá a prevenir, sobre todo, el sobrepeso y la obesidad, que son problemas crecientes en la población infantil, y permitirá contar con una población sana.

La infancia es la etapa donde comienzan a formarse los hábitos alimentarios que, correctos o no, se mantendrán durante toda la vida. La población infantil, además de ser un grupo vulnerable a desequilibrios nutricionales, también es muy receptiva a cualquier modificación y educación nutricional, por lo que la alimentación escolar puede ser una oportunidad para que los niños adquieran hábitos alimentarios saludables.

Una alimentación y nutrición correctas para niños deben ser balanceadas y variadas, e incluir los distintos grupos de alimentos de la olla nutricional. También es importante que beban suficiente agua.

Algunos beneficios de una alimentación saludable:

Favorece el desarrollo cerebral.

Refuerza la inmunidad.

Ayuda al funcionamiento del sistema digestivo.

Favorece un mejor rendimiento académico.

Protege de enfermedades, como la diabetes, hipertensión, obesidad y sobrepeso.

Ayuda a desarrollar huesos y músculos fuertes.

Contribuye a mantener una buena salud.

Mantiene la piel sana y con buen aspecto.