•En el Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” brindan un homenaje a los niños por la lucha diaria que enfrentan contra el cáncer y celebran los avances en la medicina que hoy les permiten llegar a un 80 % de supervivencia.
Cada año, el departamento de Oncohematología diagnostica un promedio de 150 nuevos casos de patologías malignas. Siendo los más frecuentes las leucemias, los tumores sólidos y los linfomas. Los ingresos de esos nuevos pacientes se suman a los ya existentes, que reciben tratamientos y a quienes se encuentran en etapa de remisión. Han logrado varios avances desde el 2001, año en que el hospital inició el primer tratamiento contra el cáncer. El Pediátrico ofrece, a un estimativo de 2.000 niños y jóvenes -al año-, en oncohematología, tratamientos de quimioterapia, controles como procedimientos médicos y de enfermería, trasplantes autólogos y alogénicos. Y, en cuanto a infraestructuras edilicias: consultorios; áreas de quimioterapia ambulatoria y de enfermería; sectores de internación que ofrecen habitaciones individuales en suite con filtros HEPA; Unidad de Trasplante de Médula Ósea; albergue para el niño y un acompañante, con todas las comodidades y necesidades básicas cubiertas; escuela hospitalaria habilitada por el MEC; sección de juegos y recreación. Todo lo ofrecido hasta el momento fue progresivo, de acuerdo a las metas proyectadas por los trabajadores de la salud con la venia y acompañamiento del MSPYBS. El apoyo permanente de asociaciones y fundaciones se ha convertido en una alianza en beneficio de muchas familias. Esto permite que los niños reciban tratamiento en el país, cerca de sus familias, evitando el desarraigo. Y que pacientes, provenientes de otros países, acudan al servicio. La lucha es de todos Desde la parte hospitalaria, el equipo de oncohematología con la administración de las terapias correspondientes, siendo el soporte de las familias que llegan temerosas de cómo va a responder el niño ante el tratamiento, siempre con el involucramiento de varios sectores como el de limpieza, cocina, docencia, laboratorio, imágenes, subespecialistas y de otras áreas más críticas, forman parte imprescindible para la prosecución y realización del objetivo principal, que es ver al niño curado. También, tener en cuenta el acompañamiento integral de todos los que rodean a un niño con cáncer, fomentando la inclusión en actividades –recreativas, artísticas, escolares, deportivas- adaptándolas a sus capacidades y necesidades. Mostrar empatía y hablar del tema en las escuelas y en las casas, con la finalidad de entender de qué se trata la enfermedad, para que todo niño que se encuentre luchando contra la enfermedad sienta el acompañamiento de todos los que lo rodean. Un homenaje a los niños Durante la mañana del viernes, el Departamento de Oncohematología del Hospital Pediátrico sorprendió a los niños con un encuentro colorido. En un rincón del hospital, las maestras del aula hospitalaria prepararon un mural donde padres, hermanos y otros familiares de los niños en tratamiento dejaron mensajes de apoyo que llenaron de emoción. Compartieron, con el apoyo de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer MITAÍ y la Fundación San Peregrino, un desayuno variado que incluía frutas de estación, bocaditos salados y unas golosinas –permitidas por el día–. La actividad culminó con la entrega de pelucas de cabello natural por parte de la Fundación Ina Style.